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Calendario de Gobbidad, día 16: y sobre campana… cuatro

La Gobbidad es un momento espiritual, un momento para dar gracias a tu deidad patrona, sea quien sea o lo que sea. Así que, tanto si estás poniéndote hasta arriba de gambas y cordero, en la cola del baño después de tanto atracón, peleando con tu cuñado o te echan chispas los 87 nuevos ojos que te han salido con tanto dulce y polvorón, ¡hay un destacamento de Daemons del Caos para ti! Demos gracias por: la Legión del Exceso, la Legión de Plaga, la Legión de la Sangre y la Legión Centelleante.

Los Daemons del Caos no persiguen los mismos fines que los mortales, y atacan siempre que surge la oportunidad desde de los insondables confines de la disformidad para causar estragos y sembrar la desesperación en cualquier desafortunado enemigo que se les presente. Sin embargo, como suele suceder con los daemons, trabajar de manera ordenada y cooperativa no entra en sus prioridades, por lo que, para alcanzar las metas de su patrón, algunos grandes daemons reunirán a sus secuaces e irrumpirán el espacio real con intenciones violentas o algún plan grandioso en mente. 

La Legión del Exceso es solo una faceta de la voluntad de Slaanesh, que ofrece grandes recompensas a aquellos dispuestos a asumir riesgos mediante la regla de destacamento Gambito seductor. Con ella, renuncias a la oportunidad de Combatir primero después de realizar una carga para, en su lugar, poder repetir las tiradas para impactar y para herir, provocando a tus oponentes para que ataquen y que la fatalidad caiga sobre ellos. 

Pueden usar estratagemas en cada fase de batalla, entre las que destacan el Deseo fantasmal, que permite moverse a través de elementos de terreno, y la Excruciación sensorial, que obliga a realizar chequeos de acobardamiento a todas las unidades del campo de batalla que estén dentro de la Sombra del Caos de tu ejército (¡incluidas las tuyas!). Siempre encontrarás la forma de curar a tus unidades mientras disfrutas de la desesperación de tus oponentes... suponiendo que cuentes con el favor del Príncipe Oscuro, claro está.

La Legión de Plaga trae consigo el retorcido horror corporal de Nurgle: su insólita anatomía infecta la psique y las almas de aquellos enemigos que se acercan demasiado, acabando con el poder más inexpugnable mediante un aluvión de ataques mentales y físicos. Su regla de destacamento Miasma melancólico lo refleja a la perfección, otorgando a todas las unidades Nurgle Legiones Daemónicas un aura de plaga que obliga a las unidades enemigas a realizar un chequeo de acobardamiento, infligiendo heridas mortales a través de la Sombra del Caos

Sus mejoras favorecen un avance constante, fortaleciendo a aquellos que se encuentran dentro del alcance de la monstruosamente hinchada Gran Inmundicia. La Fuente de esporas mejora el atributo Factor de Penetración de sus armas, e incluso destruye directamente a los enemigos que se acercan demasiado a la fecunda pesadilla del portador de la mejora Plaga gangrenosa. Los daemons de Nurgle ganan velocidad con la estratagema Sombras y oscuridad; además, en caso de perder efectivos, con el Resurgimiento fétido volverán a la vida, reiniciando el ciclo de sufrimiento una vez más.

Lejos de quedarse atrás, la Legión de la Sangre de Khorne busca desesperadamente la venganza y usa su regla de destacamento Llamada al asesinato para entrar en combate. Sus mejoras fomentan la destrucción y el derramamiento de sangre en todas su formas, a veces incluso contra ellos mismos (al fin y al cabo, a Khorne no le importa…). 

Si un monstruo de Khorne cae en batalla, arrastrará con él a sus imprudentes oponentes usando la mejora Portal a la condenación, que activará (y muy probablemente terminará en) un Final violento potenciado. Igualmente, los Desangradores han sido bendecidos con la estratagema Protección broncínea, con la que pueden mofarse de las andanadas fulminantes de los bólteres gracias a un atributo (temporal) Salvación de 3+, y arrojar alegremente cráneos a los cobardes hasta hacerlos papilla.

Las perturbadoras maquinaciones de Tzeentch requieren a menudo de extraños sacrificios para dar resultados a largo plazo. La regla de destacamento El flujo del destino te servirá para intercambiar recursos con tu oponente y usarlos de formas extrañas y maravillosas, y cada hilo del ovillo del destino te traerá los éxitos más gloriosos (o las derrotas más dolorosas), pero tendrás la tranquilidad de saber que todo salió tal como lo planeaste. 
A los monstruos daemónicos de Tzeentch nunca les ha gustado jugar limpio, así que hacen trampa hasta con las reglas más básicas, como usar la mejora Titiritero infernal para canalizar su poder a través de un daemon menor y medir el alcance y la línea de visión de sus ataques a distancia hacia y desde este. Si tus pesadillas de Tzeentch quedan trabadas, tampoco tienes por qué pelear limpiamente: usa la estratagema Realidad parpadeante para tirar 1D6 y hacer que todas las tiradas para impactar sin modificar de ese resultado fallen, con lo que podrías incluso eliminar los efectos de impacto crítico, si Tzeentch lo tiene a bien.

Grandes bendiciones de los cuatro grandes. Mañana volvemos con otro clásico de la Gobbidad: los regalos. Y las Ligas de los Votann quieren los suyos.