
El Imperium es un dominio de una extensión y complejidad inconcebibles con una maquinaria repleta de vulnerabilidades, y no hay ejército ni flota con la movilidad y la autonomía necesarias para hacer frente a los arteros enemigos que las intentan explotar. Mientras el Astra Militarum, los Adeptus Astartes y demás fuerzas imperiales libran guerras por la galaxia, una orden secreta de investigadores, interrogadores y ejecutores trabaja sin cuartel en las sombras para proteger a la humanidad de otras amenazas más insidiosas antes de que lleguen a materializarse.
Se trata de la Inquisición, y cuando las circunstancias requieren mano dura, movilizan equipos de élite para enfrentarse directamente a sus objetivos. A tal fin, reclutan soldados, asesinos especializados y fuerzas independientes que deben su lealtad al Imperium por juramentos, contratos y deudas. No hay dos fuerzas iguales, pues cada enemigo es un mundo, pero, respaldados por la autoridad absoluta de un Inquisidor, remueven cielo y tierra para borrar toda mácula de enemigos internos, externos y del más allá. Aquí te dejamos todo lo que necesitas saber si estás pensando en formar un ejército de estos clandestinos Agentes del Imperium.
Lo esencial
¿Acabas de aterrizar en el mundo de Warhammer 40,000? Esta breve introducción te permitirá conocer más a fondo a los Agentes del Imperium. Te contamos quiénes son estos agentes de élite, qué aspecto tienen y cómo usarlos sobre el tablero.
En detalle
Aunque gran parte de su trabajo se realiza mediante investigación, oficios, rituales y subterfugios, existen innumerables razones por las que los Agentes del Imperium se lanzan al campo de batalla. En algunas misiones, despliegan pequeñas partidas de élite para llevar a cabo operaciones encubiertas, mientras que en otras irrumpen con fuerza por medio de teleportación o escuadrones de transportes blindados.
Los grandes contingentes suelen formarse a instancias de un Inquisidor, pero no siempre es así. Algunos responden a la llamada de un Comerciante Independiente a quien se le deben favores desde hace siglos, o simplemente acuden a apoyar a las fuerzas de defensa en las arduas etapas finales de una invasión planetaria. Sea como sea, siempre hay una agenda, una razón vital para su presencia, y la derrota es un desenlace que ni siquiera contemplan.
Ser un Agente del Imperium no garantiza un rango de oficial ni una posición de prestigio: muchos acólitos y guardaespaldas se sacrificarán toda su vida sin considerarse jamás servidores de ninguna justicia suprema, pero todos están unidos por su infatigable sentido del propósito y su dedicación a los ideales imperiales. A menudo sirven a señores que nunca entrarán en combate, como el capitán de una nave que debe permanecer en el puente de mando incluso mientras los contingentes desembarcados combaten en tierra, o un discreto Inquisidor que protege su anonimato presentando batalla a través de sus secuaces.
Así pues, los agentes están invariablemente bien entrenados en las artes de la guerra, ya que se espera que cumplan los caprichos de sus patrones con mínima supervisión y máximos resultados. Las tropas suelen reclutarse de entre fuerzas especiales altamente entrenadas en lugar de la soldadesca común, y esto incluye a los Adeptus Arbites, los Abordadores de la Armada Imperial y equipos cuidadosamente seleccionados de Acólitos Inquisitoriales.
Los Inquisidores son conocidos en todo el Imperium, y por una buena razón: están investidos de un poder casi absoluto para perseguir sus oscuros intereses y con frecuencia esgrimen la autoridad de su Sello Inquisitorial para manipular gobiernos, desviar ejércitos y neutralizar mundos enteros en pos de sus objetivos. Los grandes abusos de Inquisidores corruptos que han sacrificado sectores enteros en aras de la supuesta mejora del Imperium resuenan a través de la historia; e incluso las más altas esferas de la Inquisición se han tambaleado por ideologías contrarias que derivaron en conflictos abiertos entre facciones enfrentadas.
Los escalafones superiores están en manos de los Ordos Majoris, las tres grandes ramas de la Inquisición que dirigen sus esfuerzos hacia cada una de las tres amenazas existenciales de la humanidad.
El Ordo Hereticus es el bastión que protege la fe imperial, siempre alerta ante signos de corrupción y mutación, incluso entre sus propios hermanos inquisidores, por lo que infunden temor tanto en sus aliados como en sus enemigos. Su misión les enfrenta a psíquicos renegados y cultistas del Caos, lo que les convierte en aliados habituales de las Adepta Sororitas, quienes a menudo terminan adscritas a la delegación inquisitorial.
El Ordo Xenos da caza a las numerosas razas alienígenas de la galaxia y vigila las señales reveladoras de que su influencia está infiltrándose en el corazón del Imperium. Una y otra vez descubren gobernadores traidores seducidos por las ofertas del Imperio T’au, o cultos Genestealer ocultos que infestan mundos prominentes, y cuando no queda más opción que aplastar a sus enemigos con total contundencia, recurren a los venerados Vigías de la Muerte, un Capítulo especializado de veteranos Marines Espaciales reclutados por toda la galaxia y preparados para vencer a cualquier horror xenos imaginable.
Finalmente, el Ordo Malleus tiene la nada envidiable tarea de combatir las incursiones daemónicas, poniendo a prueba su indomable fuerza de voluntad frente a los peores horrores que la galaxia es capaz de conjurar. Esas criaturas que emergen de la disformidad son la esencia misma de las pesadillas: un solo daemon liberado en un mundo poblado puede incluso llegar a doblegarlo. Los Inquisidores del Ordo Malleus se encuentran entre los más inflexibles y despiadados, llegando incluso a recurrir a los legendarios Caballeros Grises en tiempos difíciles que exigen la presencia de los mejores cazadores de daemons del Imperium.
En el campo de batalla, los Agentes del Imperium pueden desplegarse de dos maneras distintas: o se agrupan en contingentes para combatir con la potencia de un ejército, o prestan sus habilidades especializadas a otras ramas del Imperium. Valoran la versatilidad por encima de todo y son una excelente manera de cubrir grietas tácticas en la doctrina de tu ejército, ya sea con comandos de Vigías de la Muerte que añadan fuerza y resistencia a los Clados de Caza de los Skitarii, con Inquisidores al mando de misiones de Hermanas de Batalla, o con lo que la situación requiera en cada caso.
Cuando entran en acción como una sola fuerza cohesionada, los Agentes del Imperium combinan las especialidades de las diversas ramas del Imperium en un ecléctico conjunto de opciones ofensivas y defensivas. Su fuerza principal radica en la infantería, mientras que la mayoría de los vehículos blindados provienen de sus aliados en los Vigías de la Muerte y las Adepta Sororitas, y son especialmente efectivos en enfrentamientos rápidos y cercanos que buscan aniquilar los objetivos de un Inquisidor de manera contundente en un solo asalto.
Patrulla
El modo de juego Patrulla es perfecto tanto para principiantes como para veteranos. En él, fuerzas más pequeñas se enfrentan en partidas rápidas y equilibradas. Los Agentes del Imperium cuentan con algunas de las mejores unidades de disparo a corta distancia del juego, y golpean con fuerza gracias a la presencia de un aterrador Asesino Eversor, un psicópata diseñado específicamente para el arte del asesinato sangriento, tan dedicado a su oficio que explota violentamente si algún oponente tiene la suerte de derribarlo.
La Mano de Inquisidor está liderada por la Predicadora Teguen, una ferviente integrante del Adeptus Ministorum cuyo rugiente vindicador (un engendro asesino entre motosierra y lanzallamas) y fogosa oratoria resuenan en el combate cuerpo a cuerpo. La sigue un equipo de Operativos Inquisitoriales con poderosas armas capaces de destrozar a enemigos con armadura ligera a distancia, como el bólter pesado del Servidor de Armamento, que abre camino para que los especialistas en cuerpo a cuerpo se lancen junto a Teguen al fragor del combate.
El equipo lo completan dos Escuadras Vigilante, cada una con once miembros del Adeptus Arbites, que son el respaldo perfecto para tu asalto sobre la primera línea enemiga gracias a una habilidad que mejora sus tiradas para Herir contra blancos dañados. Sus escopetas de corto alcance son ideales para los campos de batalla más reducidos del modo Patrulla en los que el alcance es un problema menor, y su clave LÍNEA DE BATALLA los convierte en tu mejor solución para puntuar los objetivos que requiera la misión.
Todo lo que necesitas para desplegar la Mano de Inquisidor son unos dados, una regla y las siguientes reglas descargables: las reglas básicas te muestran cómo jugar, las hojas de datos de Patrulla proporcionan un ejército equilibrado listo para jugar y las misiones de Patrulla te brindan algunos objetivos emocionantes por los que luchar.
Pintura
Los equipos de Agentes del Imperium se reclutan a lo ancho y largo del Imperium, y la naturaleza clandestina de sus operaciones se traduce en la ausencia de un uniforme reconocible. Por lo tanto, son uno de los proyectos de hobby más flexibles y emocionantes, ya que cada escuadra puede tener su propia estética y usar una mezcla ecléctica de colores encaja totalmente con su temática.
En aquellos casos en los Inquisidores necesitan proyectar la imagen de un contingente unido, como cuando un oficial un tanto díscolo requiere un toque de intimidación para recordarle sus lealtades, suelen adoptar una paleta tradicional de negro y rojo que evoca el trabajo oscuro y sangriento que llevan a cabo. Esto resulta especialmente útil para quienes desean iniciarse en la pintura con un esquema de colores sencillo y alcanzable, y el equipo de pintura de Warhammer 40,000 ha preparado una lista de pinturas para que logres exactamente eso con tu Patrulla.
A diferencia de los operativos humanos con los que trabajan, los Marines Espaciales de los Vigías de la Muerte y los Caballeros Grises tienen esquemas de colores específicos que rara vez cambian en sus diversas apariciones. Es una excelente manera de añadir elementos más coherentes y codificados a un ejército visualmente ecléctico. Puedes encontrar todo tipo de inspiración para estas tropas en las cajas de Veteranos Vigías de la Muerte y Exterminadores de los Caballeros Grises.
Próximos pasos
Una vez que tengas algunas partidas de Patrulla en tu haber y consideres que ha llegado el momento de pasar de un puñado de operativos intrépidos a una fuerza de élite de agentes letales, no hace falta que te digamos qué viene ahora.
Tu primera parada es el Codex: Imperial Agents, el complemento esencial de la facción, que contiene abundante información de trasfondo y miniaturas magníficamente pintadas, así como reglas para 26 unidades diferentes y muchas formas distintas de jugar con ellas. Junto con un ejemplar del Libro básico de Warhammer 40,000, tendrás todas las reglas que necesitas para empezar a jugar partidas de Warhammer 40,000 a tamaño completo.
La Patrulla ofrece un sólido núcleo de infantería con algunos efectivos de alto nivel que encajan perfectamente en los tres destacamentos diseñados en torno a los Ordos Majoris. Esto significa que puedes llevar tu naciente ejército en cualquier dirección con algunas incorporaciones clave, como montar una Fuerza purgadora del Ordo Hereticus con escuadrones de duras y versátiles Hermanas de Batalla: unas tiradoras excepcionales equipadas con servoarmaduras y una amplia variedad de armas letales.
El transporte blindado Immolator sirve como sistema de transporte rápido para pequeñas escuadras de Hermanas de Batalla y como tanque de fuego de apoyo flexible, capaz de destruir enjambres de carne de cañón o vehículos blindados. Las numerosas misiones antipsíquicos a las que se envía al Ordo Hereticus también lo convierten en un refugio ideal para un Asesino Culexus, una máquina de matar imparable, especialmente letal contra psíquicos y hechiceros de todo tipo.
Por otra parte, los destacamentos de cazadores de alienígenas del Ordo Xenos se forman alrededor de un núcleo de Veteranos Vigías de la Muerte, liderados por los perspicaces ojos de sus Señores Vigías. Son los mejores entre los mejores, cada Marine Espacial es un héroe de incontables batallas, y su vasto arsenal los convierte en la unidad personalizable definitiva, ya sea en potencia de fuego, poderío cuerpo a cuerpo o una mezcla de ambos.
Con frecuencia los transporta a la batalla una de las mejores aeronaves que surcan los cielos imperiales: el Corvus Blackstar. No solo puede transportar a 10 veteranos y descargarlos en cualquier punto del campo de batalla, sino que también posee un importante arsenal de armas, misiles y bombas de racimo para aniquilar cualquier amenaza en la zona de aterrizaje.
Por último, los equipos de cazadores de daemons del Ordo Malleus a menudo se enfrentan al poder brutal y la influencia perturbadora de los Grandes Daemons, y solo los Exterminadores de los Caballeros Grises tienen la fuerza y la voluntad para enviarlos de vuelta a la disformidad. Sus característicos asaltos teleportados arrasan objetivos prioritarios con una lluvia de ataques con armas de psicofuerza némesis y proyectiles de bólter tormenta sin que el enemigo se de ni cuenta, y la presencia de un Anciano portaestandarte y un Apotecario los hace increíblemente autosuficientes.
Cuando un personaje enemigo en particular tiene que morir sin remedio, no busques más: el Asesino Vindicare es la solución. Se perfilan como los mejores tiradores de Warhammer 40,000 y pueden ejecutar fácilmente a líderes enemigos con un solo disparo de sus enormes rifles exitus.
Los Comerciantes Independientes pueden encontrarse prácticamente en cualquier lugar donde puedan obtener alguna ganancia, y, aunque no les convenga dado su afán de riquezas, muchos terminan siendo reclutados por la Inquisición debido a su influencia, habilidades de combate y recursos casi ilimitados. Incluso los más taciturnos poseen un espíritu aventurero que los lleva al campo de batalla en busca de emoción y peligro, y siempre se rodean de especialistas cuidadosamente seleccionados, astrópatas y todo tipo de ayudantes para asegurar su supervivencia.
Ficción
La naturaleza individualista de los Inquisidores, sumada a sus dramáticas y a menudo peligrosas misiones, los convierte en perfectos candidatos para una buena historia, y algunas de las mejores publicaciones de la Black Library de todos los tiempos siguen sus aventuras por las estrellas. La saga del Inquisidor Eisenhorn del Ordo Xenos es una de las historias más conocidas y valoradas del 41.er Milenio, y Eisenhorn: The Omnibus, de Dan Abnett, es la manera perfecta de abordar no solo el contexto de la Inquisición, sino también el de Warhammer 40,000 en su conjunto.
Estos relatos también se entrelazan con la historia del Inquisidor Gideon Ravenor, un antiguo pupilo de Eisenhorn cuyas propias vicisitudes lo acaban llevando a oponerse radicalmente a los métodos de su mentor. Ravenor: The Omnibus, también de Dan Abnett, ofrece una visión muy diferente de la Inquisición, y es una saga fascinante para continuar las aventuras de los Agentes del Imperium.