Millones de años antes de que la humanidad alzara por primera vez la vista hacia las estrellas y soñara con conquistarlas, tuvo lugar una guerra interestelar de proporciones cataclísmicas entre los Necrones y sus archienemigos: Los Ancestrales. Las legiones de metal viviente dejaron tras de sí una senda de destrucción por toda la galaxia y, finalmente, acabaron rebelándose contra sus creadores arcanos, los dioses estelares que les habían concedido la tecnología de la inmortalidad que les condenaba a una existencia eterna como constructos sin alma.
Con la galaxia de rodillas, los señores de estas dinastías otrora orgánicas se refugiaron en enormes complejos sepulcrales y entraron en letargo a la espera del momento adecuado para reafirmar su dominio. Pues bien, dicho momento ha llegado, y aquí encontrarás todo lo que necesitas saber si estás pensando en empezar un ejército de estos tiranos ancestrales inmortales.
En detalle
Para aquellos que tengan la desgracia de encontrárselos, los Necrones son la encarnación de la muerte: autómatas esqueléticos exánimes ajenos a cualquier tipo de daño y capaces de reducir la materia a sus átomos constituyentes mediante espeluznantes haces de energía esmeralda. La mayoría creen estar enfrentándose a simples asesinos de metal carentes de conciencia, pero nada más lejos de la realidad: la sociedad necrona está formada por complejas dinastías jerárquicas sumamente territoriales cuya reconquista no ha hecho más que empezar.
Mas los Necrones no siempre fueron las legiones de guerreros sin alma que acechan en el 41.ᵉʳ Milenio. Antaño, se hacían llamar Necrontyr: un pueblo ambicioso e insatisfecho, obsesionado con trascender la fragilidad de sus cuerpos mortales.
Y fue aquella búsqueda de poder e inmortalidad la que llevó a su soberano, el Rey Silente, a hacer un trato con los extraños dioses estelares alienígenas conocidos como C’tan. El proceso de biotransferencia que condenó a los Necrontyr consistía en traspasar sus mentes a cuerpos de metal viviente, pero los maliciosos C’tan también consumieron sus almas. Solo aquellos que ocupaban puestos de influencia conservaron cierto grado de conciencia y libre albedrío; los demás acabaron reducidos a cascarones vacíos sometidos a la voluntad de sus nobles maestros.
Los eones de letargo no han sentado bien a los Necrones, pues muchos de ellos han despertado con sus mentes mecánicas infectadas por la locura o la obsesión. Los Faerones de las dinastías necronas, impulsados por la insania o la ambición, han abandonado sus mundos necrópolis para reclamar sus antiguos dominios. En ocasiones, sus criptas de estasis estaban ocultas bajo la superficie de mundos habitados que han tenido que hacer frente a ataques sorpresivos.
Los Necrones poseen una tecnología sumamente avanzada para los estándares humanos, y cuentan con armas extremadamente poderosas, vehículos altamente blindados y sistemas de teleportación transdimensional. Y, lo que es peor, están dotados de autorreparación: son capaces de reconstituir sus cuerpos aparentemente destruidos y volver a ponerse en pie, incluso tras ser abatidos por las armas más devastadoras. El Imperium de la Humanidad tardó años en lograr capturar restos necrones para someterlos a estudio, pues los cascarones demasiado dañados como para volver al combate se desmaterializaban sin dejar rastro, enviados de vuelta a sus tumbas para ser reparados.
En partidas de Warhammer 40,000, los Necrones hacen honor a su reputación de conquistadores inmortales. Su resistencia innata, unida a su capacidad para resucitar tropas de forma continuada, los convierte en un ejército ideal para principiantes, ya que les permite cierto margen de error, pero también cuentan con un amplio abanico de herramientas poderosas para los comandantes más experimentados.
Las maravillas de la biotransferencia convirtieron a los miembros del escalafón más bajo del imperio de los Necrontyr en Guerreros Necrones, siervos perfectos carentes de conciencia. Las falanges de Guerreros Necrones obedecen órdenes sin dudar, y sus cuerpos resistentes y fáciles de reparar los hacen perfectos como unidades de primera línea.
Si bien las huestes de guerra necronas están formadas en buena parte por autómatas ordenados y disciplinados, los Cultos Destructores son todo lo contrario: están afligidos por una locura degenerativa que convierte a los nobles más sofisticados en monstruos frenéticos que inspiran desconfianza o, directamente, desdén entre los demás Necrones. Su único afán es destruir toda forma de vida orgánica en la galaxia, y muchos muestran predilección por perpetrar matanzas encarnizadas con sus letales armas de hiperfase.
Los Señores Supremos disponen de un amplia selección de vehículos para apoyar a la infantería. Algunos de los más infames son las Arcas Fantasma y los Monolitos, que emplean energías antinaturales para flotar sobre el campo de batalla y arrojar lluvias letales de energía esmeralda.
Decidas como decidas estructurar tu dinastía, siempre habrá unidades que te irán como anillo al dedo, y, al ser casi exclusivamente metálicos, dejarlos listos para la batalla será coser y cantar. Además, nuestras guías de pintura están repletas de consejos que te ayudarán a que tus guerreros de metal viviente luzcan espectaculares de forma rápida y sencilla.
Patrulla
Patrulla es un modo de juego perfecto tanto para principiantes como para veteranos, en el que fuerzas reducidas se enfrentan en partidas vertiginosas y superequilibradas. Gracias a su equilibrio entre cantidad y calidad y a que sus tropas son efectivas tanto a distancia como en cuerpo a cuerpo, los Necrones son un rival poderoso en este tipo de partidas y disponen de las herramientas para lidiar con cualquier enemigo
Las fuerzas de la Guardia de Amonhotekh están prestas a defender a su líder homónimo, el Señor Supremo Amonhotekh. Sus diez Guerreros Necrones y tres Enjambres de Escarabajos Canópticos forman un núcleo sólido que obliga al enemigo a destruirlos una y otra vez a medida que se regeneran. Entretanto, podrás centrarte en dar muerte a las unidades clave del enemigo con los refulgentes filos de tus tres Destructores Skorpekh y deleitarte con el ingente poder del bláster del exterminio de tu temible Destructor Acechante Canóptico.
Esta Patrulla dispone de un número decente de efectivos con los que controlar objetivos y resistir los ataques del enemigo. La regla de facción Protocolos de reanimación te ayudará a ir recuperando esbirros y tomando ventaja sobre tu oponente mientras el bláster del exterminio lo aniquila todo a su paso. No en vano, es una de las armas más poderosas a las que se puede acceder en el modo Patrulla.
Todo lo que necesitas para jugar son unos dados, una regla y las siguientes reglas descargables: las reglas básicas te muestran cómo jugar, las hojas de datos de Patrulla proporcionan un ejército equilibrado listo para jugar y las misiones de Patrulla te brindan algunos objetivos emocionantes por los que luchar.
Pintura
Los ejércitos de Necrones suelen pintarse en colores metálicos brillantes, ideales para fuerzas numerosas, pues te permiten pintar decenas de miniaturas en poco tiempo mediante técnicas relativamente sencillas. No obstante, no existe ninguna norma al respecto, así que puedes pintar tus guerreros con tonos más exóticos que evoquen minerales alienígenas, mármoles o corazas con blindaje cerámico.
En todo caso, los metales son una base estupenda para dejar tus miniaturas listas para la batalla lo antes posible, así que el equipo de pintura de Warhammer 40,000 ha elaborado una lista de sus pinturas favoritas, que harán que tus Necrones cobren vida sobre el tablero.
Si no terminas de decidirte, el tono cobrizo de la dinastía Szarekhana que tantas veces habrás visto en las cajas de Necrones es un gran punto de partida, ya que se trata de un esquema de color relativamente sencillo con el que practicar. Además, independientemente de cómo elijas pintar tus escuadrones, estos consejos básicos te ayudarán a familiarizarte con los elementos comunes de muchas de las miniaturas necronas.
Próximos pasos
Una vez que tengas algunas partidas de Patrulla en tu haber y consideres que ha llegado el momento de pasar de una banda en pleno despertar a una legión dinástica en toda regla, no hace falta que te digamos qué viene ahora.
Tu primera parada es el Codex: Necrons, el complemento esencial de la facción, que contiene abundante información de trasfondo y miniaturas magníficamente pintadas, así como reglas para 47 unidades diferentes y muchas formas distintas de jugar con ellas. Junto con un ejemplar del Libro básico de Warhammer 40,000, tendrás todas las reglas que necesitas para empezar a jugar partidas de Warhammer 40,000 a tamaño completo.
Los Necrones se caracterizan por su combinación de potencia de fuego, durabilidad y destreza en combate cuerpo a cuerpo. Los Inmortales lanzan andanadas de fuego abrasador con sus blásteres gauss y sus carabinas tesla, y su armadura y precisión rivalizan con las de los mismísimos Marines Espaciales.
La Necroguardia es la escolta de élite de los Señores Supremos y destaca por la increíble durabilidad que le confieren sus escudos de dispersión y sus cuerpos de metal viviente aumentados. Las manadas de Desolladores enloquecidos, ataviados con las pieles de sus víctimas, merodean por delante de la hueste principal y se abalanzan sobre el enemigo para hacerlo trizas con sus afiladas garras.

Ninguna máquina de guerra infunde tanto temor en los corazones de los mortales como el imponente Monolito. Esta ominosa estación de batalla flotante está repleta de cañones gauss y es capaz de soportar enormes castigos, pero lo verdaderamente aterrador es su Puerta de la eternidad, de la que manan, a voluntad del Señor Supremo, legiones infinitas de infantería necrona provenientes de dimensiones burbuja remotas.
La Guadaña de la Muerte presagia la llegada de una invasión necrona: el sonido de sus motores aterroriza a los defensores y su rayo de la muerte pesado abre dolorosas grietas en las formaciones enemigas. En caso de que necesites más potencia de fuego, las Arcas del Exterminio son una gran opción para perforar los blindajes rivales con sus enormes cañones del exterminio, capaces de dinamitar escuadrones enteros de vehículos desde el otro extremo del campo de batalla.
Ficción
The Infinite and The Divine de Robert Rath narra el enfrentamiento entre dos mentes maestras por el control de un artefacto de valor incalculable. El hecho de que sus protagonistas, Trazyn el Infinito y Orikan el Adivino, sean inmortales y su enemistad se prolongue durante milenios es una nimiedad para una especie con una actitud tan a largo plazo, y sus constantes disputas son el complemento ideal para esta historia cargada de giros inesperados.
El Señor Necrón Oltyx viene a sumarse a la larga lista de víctimas de las intrigas de la corte, exiliado durante siglos a un planeta infestado de Orkos, lejos de la dinastía que por derecho le corresponde. En The Twice-dead King: Ruin de Nate Crowley, emprende por fin el largo camino que le separa del trono y descubre un oscuro secreto, oculto en el corazón de sus dominios, que traerá terribles consecuencias para toda la raza necrona.
Las vicisitudes de Oltyx continúan en The Twice-dead King: Reign, donde somos testigos de una guerra contra el Imperium desde una singular perspectiva xenos. Atrapado en una nave de batalla dañada, deberá escapar de un mundo necrópolis en ruinas con la armada imperial pisándole los talones, pero otro misterio más oscuro acecha en el interior de su propia nave y amenaza con destruir su mente: el terrible virus desollador.