La supervivencia de la humanidad está supeditada al poder de su tecnología, desde el humilde rifle láser hasta el tanque de batalla más temible. Aunque hace ya mucho que la era de la iluminación tecnológica no es más que un mito, hay muchas tecnologías extrañas y maravillosas que han sobrevivido hasta el 41.ᵉʳ Milenio. Los artefactos que aún perduran siguen siendo un misterio y están rodeados de superstición, y la tarea de reproducirlos y preservarlos recae sobre un sacerdocio galáctico formado por ingenieros cíborg que operan desde los desiertos rojos de Marte.
Son el Adeptus Mechanicus: devotos del Omnissiah y fervientes buscadores de tecnología interestelar prohibida que custodian con recelo el ingente arsenal ancestral del Imperium. Aquí encontrarás todo lo que necesitas saber si estás pensando en empezar un ejército de estos Tecnosacerdotes biomecánicos.
En detalle
El Adeptus Mechanicus se encarga de producir la práctica totalidad de las armas y armaduras que acaban en manos de los soldados del Imperium. Convierten planetas enteros en enormes complejos industriales conocidos como mundos forja y fabrican armas en cantidades ingentes para alimentar el insaciable aparato bélico imperial.
El Imperium les permite operar con gran libertad y son, a todos los efectos, una entidad independiente con potestad para administrar sus mundos como consideren oportuno, hasta el punto de venerar a su propio dios. La Eclesiarquía imperial considera al Omnissiah, o Dios Máquina, como una faceta más del Dios Emperador, aunque sea para mantener un clima de cordialidad…
La humanidad no sobreviviría sin el incansable esfuerzo del sacerdocio máquina, pues el mantenimiento de toda su tecnología está envuelto en un halo de incienso y dogma. De hecho, se dice que aquellos vehículos que no están santificados mediante los ritos y ungüentos adecuados pueden comportarse de forma agresiva o incluso negarse a arrancar, y que los disparos fallidos y el mal funcionamiento de los blindajes son consecuencia de una veneración inadecuada.
Estos ritos se llevan celebrando exactamente igual desde hace más de diez mil años. Para los Tecnosacerdotes del Adeptus Mechanicus, la innovación es sinónimo de herejía, pues las creaciones del Omnissiah no deben verse corrompidas por seres mortales. La única forma válida de progreso es recuperar otros artefactos perdidos de la era dorada de la humanidad: las plantillas de construcción estándar.
La búsqueda de conocimientos desperdigados por la galaxia lleva a los Tecnosacerdotes a desplegar legiones de soldados cibernéticos aumentados conocidos como Skitarii: fusiones de humano y máquina que luchan con la precisión de un reloj y obedecen órdenes sin rechistar. Sus armas, dispositivos esotéricos cuyo funcionamiento guarda con recelo el Sacerdocio de Marte, disparan arcos de electricidad, haces de calor abrasador o proyectiles radioactivos que fulminan la carne que tanto desprecian.
Estos soldados suelen preferir la precisión de los combates a distancia a las luchas encarnizadas, pero el Adeptus Mechanicus también cuenta con tropas especializadas en cuerpo a cuerpo para misiones de infiltración y asaltos de choque. Muchos de sus ejércitos están estructurados en torno a cohortes disciplinadas de infantería y hostigadores móviles, aunque sus vehículos también están dotados de poderosísimas armas para apoyar el avance de las tropas.
Las cohortes de Skitarii están formadas por escuadras de Exploradores y Vanguardia, infantería entregada al Culto Mechanicus y modificada mediante protocolos marciales transferidos directamente a sus cerebros. A menudo los acompañan veloces tropas de reconocimiento de diversa índole, desde Tecnorrapaces Pteraxii voladoras hasta Incursores Serberys, cuyas monturas mecánicas son más eficientes que ningún tanque o vehículo a la hora de atravesar las dunas radioactivas que rodean sus complejos forja.
Sin embargo, no todas las fuerzas del Adeptus Mechanicus pertenecen a las legiones de Skitarii. Los Tecnosacerdotes cuentan con escoltas de servidores sometidos a procesos de borrado mental y modificados para portar armamento pesado, además de tropas mecanizadas ancestrales como los temibles Robots Kastelan, autómatas sin rostro dirigidos por Datartífices especializados que modifican su programación para adaptarlos a distintas situaciones de combate. Dado que las Inteligencias Abominables son la mayor de las herejías, estos implacables guerreros de metal están sometidos a un estricto control mediante el uso concienzudo de implantes de doctrinas arcaicas.
Patrulla
El modo de juego Patrulla es perfecto tanto para principiantes como para veteranos. En él, fuerzas más pequeñas se enfrentan en partidas rápidas y equilibradas. A diferencia de los enjambres de Tiránidos o las fuerzas de élite de Marines Espaciales, el Adeptus Mechanicus ha encontrado el término medio entre potencia de fuego, durabilidad y un número aceptable de miniaturas, lo que se traduce en una mayor flexibilidad y en la posibilidad de distribuir sus unidades más poderosas por todo el campo de batalla.
El Cuerpo Purga Deltic-9, integrado por soldados disciplinados de las legiones de Skitarii, está especializado en lanzar un asalto relámpago que noquee al enemigo con sus dos unidades de exploradores. Tanto las Tecnorrapaces Pteraxii como los Sulfojinetes Serberys mueven 12” (el doble que cualquier guerrero normal) y, una vez en posición, disponen de una potencia de fuego considerable.
Entretanto, tu escuadra de Vanguardia Skitarii protege al Tecnosacerdote Manipulus Skand del fuego enemigo mientras este causa estragos con su cañón transónico. Adjuntar a Skand a la escuadra potencia sus carabinas radium y les permite hacer frente a tanques y monstruos más pesados con un fuego abrumador.
Todo lo que necesitas para desplegar tu Cuerpo Purga Deltic-9 son unos dados, una regla y las siguientes reglas descargables: las reglas básicas te muestran cómo jugar, las hojas de datos de Patrulla proporcionan un ejército equilibrado listo para jugar y las misiones de Patrulla te brindan algunos objetivos emocionantes por los que luchar.
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Pintura
La tecnología ancestral que emplea el Adeptus Mechanicus exhibe exquisitas filigranas e intrincados detalles de bronce, y ningún Tecnosacerdote se arriesgaría a caer en combate sin lucir a todo trapo los colores de su mundo forja, desde los adornos de sus vestimentas hasta el blindaje de sus servidores.
Los tonos rojos presentes tanto en las ilustraciones de la caja como en toda la gama de miniaturas son el punto de partida perfecto, pues identifican a tus tropas como originarias de Marte, la cuna histórica del Culto Mechanicus, o de alguno de los muchos mundos forja que profesan su misma fe. Estos colores evocan la típica imagen del Tecnosacerdote, y el equipo de Citadel Colour ha creado una lista de pinturas recomendadas para ayudarte a lograr esa espectacular combinación de carmesí y metal brillante.
Podrás usar estas pinturas en muchos de los pasos que descubrirás a continuación para dejar tu Patrulla lista para desenterrar nuevos artilugios e irradiar a aquellos insensatos que intenten arrebatarles su botín. Las túnicas sueltas sobre intrincados aumentos biónicos quizá te resulten desmoralizadoras al principio, pero con un poco de práctica y paciencia no tardarás en pillarles el tranquillo.
Próximos pasos
Una vez que hayas jugado tus primeras partidas de Patrulla y le hayas cogido el gustillo al 41.er Milenio, probablemente te preguntes: “¿y ahora qué viene?”
Tu primera parada es el Codex: Adeptus Mechanicus, el complemento esencial de la facción, que contiene abundante información de trasfondo y miniaturas magníficamente pintadas, así como reglas para 30 unidades diferentes y muchas formas distintas de jugar con ellas. Junto con un ejemplar del Libro básico de Warhammer 40,000, tendrás todas las reglas que necesitas para empezar a jugar partidas de Warhammer 40,000 a tamaño completo.
La Patrulla: Adeptus Mechanicus te proporciona una base sólida sobre la que construir tu ejército, ya sea reforzando la línea de fuego con más unidades de Exploradores y Vanguardia o explorando el aterrador arsenal al que tienes acceso. Pocos vehículos reflejan la extraña y maravillosa estética del Adeptus Mechanicus como los Arqueópteros, disponibles en tres variantes especializadas en fuego aire-tierra, bombardeos y transporte, respectivamente.
Los Trepadunas Onagro son robustos tanques bípodes equipados con el cañón más poderoso de tu arsenal: el láser de neutrones. Esta arma de haces antitanque atraviesa el blindaje de los vehículos más pesados como si fuera papel, y además es perfecta para practicar los efectos de brillo de las armas.
Gracias a su grueso blindaje y sus opciones de armas a distancia o cuerpo a cuerpo, los Robots Kastelan son una forma ideal de reforzar la durabilidad de tu primera línea, y querrás que los lidere un Datartífice Cibernético, ya que sus doctrinas preprogramadas a menudo requieren de minuciosos ajustes en plena batalla para funcionar a pleno rendimiento.
Y, hablando de combate cuerpo a cuerpo, si bien el Adeptus Mechanicus prefiere los enfrentamientos a distancia, también dispone de fuerzas de asalto con las que trabar a enemigos peligrosos y disputar objetivos controlados por defensores atrincherados.
Los Ferracechadores Sicarianos y los Dragones Sidonianos emergen de los lugares más inesperados entre el crujir de sus lanzas táser. Entretanto, los Electrosacerdotes Fulguritas cargan contra las unidades de élite del enemigo con sus varas electrodrenantes, confiando en que los campos de energía de la Fuerza Motriz compensen su escasa armadura y los protejan del fuego enemigo.
Ficción
El Adeptus Mechanicus juega un papel secundario en muchas de las historias relativas al Imperium y la Cruzada Indomitus, como la saga Dawn of Fire, dado que la maquinaria de guerra imperial no funciona sin su apoyo constante y minucioso. Y en cuanto a los Tecnosacerdotes, pocos relatos superan la antología Adeptus Mechanicus de Rob Sanders.
Esta colección de dos novelas narra las hazañas de las dos caras de la moneda del Omnissiah: el Culto Mechanicus y los Skitarii. Cada historia ofrece una perspectiva distinta sobre las aventuras y desventuras de los Tecnosacerdotes de Marte, con una invasión planetaria de las fuerzas del Caos que amenaza con destapar tecnologías codiciadas como telón de fondo.
Ningún Tecnosacerdote supera en notoriedad a Belisarius Cawl, el artífice de los Marines Espaciales Primaris, entre otras tantas innovaciones que sus colegas consideran herejía. Como uno de los personajes más trascendentales de la historia actual de Warhammer 40,000, conviene seguirle la pista, y qué mejor forma de conocer sus motivaciones y su mentalidad que leyendo Belisarius Cawl: The Great Work de Guy Haley.
Y por si descubrir los entresijos del que quizá sea el Tecnosacerdote más importante de los últimos diez milenios no fuera suficiente, ¡también puedes incluirlo en tu ejército con su espectacular(mente grotesca) miniatura!
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