El Gran Cañón se recarga y su munición sagrada se transporta por la Colmena Fissilicus en sagrada procesión, con multitudes de peregrinos y predicadores acompañando las reliquias sagradas a su punto de encuentro final. No son para nada una congregación pacífica: cualquiera que intente perturbar el gran Día de los Disparos arderá presa de las llamas y la fe de los Santificadores.
El Adeptus Ministorum cuenta con una larga tradición de misioneros militantes por toda la galaxia que se unen a las operaciones militares imperiales para instruirse en el combate de primera mano. Esto proporciona a sus agentes de primera línea un arsenal impresionantemente diverso, que viene a complementar sus pistolas lanzallamas y armas sierra habituales con un rifle de fusión, un rifle de plasma o un lanzallamas del Ministorum empuñado por sus dos agentes Misioneros.
Es posible que algunos de estos agentes te recuerden a ciertos misioneros de metal clásicos de otras épocas de Warhammer. Después de todo, llevar libros a la batalla es una tradición ancestral.
El Confesor que lidera el equipo también rinde homenaje al eclesiástico original, el Confesor Kyrinov, que blandía una maza y cubría su cabeza con una mitra. Y el premio a la agudeza visual es para quienes notaron que el Abad Instructor está inspirado en el Predicador Josef y su siniestro cráneo en una caja, un personaje del clásico juego de rol Inquisitor de principios de la década de 2000 que utilizaba miniaturas de 54 mm.*
Los Predicadores son los agentes más comunes, y puede haber hasta cuatro a la vez, aunque el que haya tanto especialista significa que no son tan necesarios. El Abad Instructor, el Perseguidor, el Conflagrador y el Reliquiante pueden montarse como Predicadores, con distintas opciones de cabeza para personalizar a tus pequeños fanáticos.
Mientras estos fervientes guerreros se enfrentan a sus enemigos bajo el sonoro Sermón del Confesor, ignorando el daño al estar al alcance del oído de su conmovedora oratoria, el Asesino del Culto de la Muerte ejerce su letal oficio desde las sombras con cuchillos arrojadizos y mortíferos filos rituales. Por su parte, el Salvacionista se centra en mantener con vida a los demás, con la doble ventaja de contar con un botiquín y un generador de campo de conversión que mantiene a los aliados cercanos en pie y en la lucha.
Uno de los agentes más extraños es el Milagrero, un conducto nato para el poder divino del Emperador. Su luz interior se manifiesta como una llamarada abrasadora que emana de su cuerpo, quemando a todo aquel que se acerca, y una vez por partida puede derribar a un infiel con una enorme explosión de energía sagrada.
Esta luz abrasadora, al igual que muchas de las armas de llamas del equipo, inflige con un éxito crítico un efecto especial de Llamarada a sus blancos. Única del comando Santificador, esta dolencia continua hace que los agentes sufran daño adicional cada vez que sean activados, y los oponentes deberán gastar un punto de acción para apagar las llamas o bien arriesgarse a que se extingan por sí solas.
Este enfoque en la potencia de fuego a corta distancia crea un comando muy agresivo que recompensa la audacia; sin embargo, dada su relativa fragilidad, un poco de protección divina del Dios Emperador no viene mal. Los nueve agentes sobre el tablero pueden dar golpes descomunales si se posicionan correctamente, y sus habilidades defensivas, cuidadosamente dosificadas, serán clave para sacarles el máximo partido.
Kill Team: Sangre y Fervor estará disponible para reserva este sábado.
* El Veterano del Mundo Letal del comando de los Operativos Inquisitoriales también tiene cierta reminiscencia del Sargento Stone. ¿A quién más te recuerda el Inquisidor?
