Hay multitud de monstruos alados a los que les encanta surcar los cielos de los Reinos Mortales: están los Señores Estelares Slann flotando por doquier en sus cómodos tronos, y las Noctánimas, desde el más simple Arrastracadenas al temible Carruaje Negro. Todos ellos pueden sobrevolar el campo de batalla, pero ninguno domina los cielos como los Altos Señores Kharadron.
Estos duardines comerciantes surcan los cielos en aeronaves propulsadas por endrina buscando aéter-oro, trabajando como mercenarios y explorando incansablemente nuevas formas de sacar provecho. Ante el despliegue de magos y sacerdotes por parte de sus enemigos, estos inventivos duardines han desarrollado una ingeniosa respuesta: el Anulquimista.
El más importante de los inventos del Gremio de Aeterquimistas es sin duda el traje nulo: una pieza de equipo elaborada con meteoritos de piedra nula caídos del vacío aetérico. La robustez de estos trajes permite a sus portadores resistir los entornos más peligrosos imaginables, incluso las tierras corrompidas por los Skaven durante la Hora de la Ruina.
Un aura brumosa de gas nulo protege a los aliados cercanos de la magia deletérea y, cuando se proyecta desde el extintor de gas nulo directamente a la cara de un mago, sacerdote o manifestación invocada, puede ser especialmente letal. ¡Niños, no lo intentéis en casa!
Si prefieres algo más intrépido, no busques más: los temerarios Reclamanaves Vongrim renuncian a la potencia de fuego de largo alcance en favor del acero de los alfanjes y el estallido de las pistolas.

Estos valerosos aeroexploradores conforman el núcleo del Gremio Vongrim, fundado por el capitán Albas Meransson, que perdió su nave y no logró obtener una nueva por los canales oficiales. Este hecho ha marcado el espíritu del gremio de mercenarios, famoso por acoger a toda suerte de Kharadron a los que la fortuna les ha dado la espalda.
Los Arponeros Vongrim, por su parte, no buscan una segunda oportunidad de obtener fama y fortuna, sino venganza contra las bestias que abatieron sus naves y masacraron a su tripulación.

A estos cazadores resueltos, que destacan por sus armas artesanales y sus nada protocolarias largas barbas, no les faltan contratos de mercenarios, pues las vetas de aéter-oro son un imán para todo tipo de criaturas salvajes.
Los Altos Señores Kharadron, sabedores de que la proactividad siempre es buena para el negocio, han desarrollado una innovadora plataforma defensiva conocida como la Endrindársena Zontari.

Creada originalmente por los herreros de Barak-Zon, esta plataforma móvil está diseñada para acompañar en batalla a sus flotas celestes. La opera un único supervisor, que se dedica a mover palancas y poleas para ayudar con las reparaciones y garantizar que su carga de autoendrinas se despliegue allí donde más falta hace.
Estas maravillas de la aeterendringeniería, basadas en complejos algoritmos aetermáticos, son capaces de anular manifestaciones, liberar nubes aturdidoras y arrojar demoledoras cargas revientaagravios (porque, a veces, los métodos clásicos son los mejores).
Almirantes emprendedores de todas partes han detectado numerosas oportunidades para horadar en busca de aéter-oro y saquear regiones que antes resultaban demasiado peligrosas. Así pues, las flotas celestes se han puesto en marcha una vez más con el próximo Tomo de batalla: Kharadron Overlords.
Como todo buen tomo de los Kharadron, está repleto de códigos, artículos y enmiendas, todo pensado para ayudarte a dominar los cielos (y los campos de batalla) de los Reinos Mortales.
Los Atronadores Grundstok son una pequeña y eficiente fuerza de los Altos Señores Kharadron enviada como avanzadilla de las grandes flotas celestes para reclamar por la fuerza depósitos de aéter-oro y otros botines valiosos. Un Endrintendente con armadura dirigible lidera cinco Atronadores Grundstok, tres Endrimecánicos y una veloz Cañonera Grundstok que te aportan una gran potencia de fuego móvil para persuadir definitivamente a cualquier otro buscador a retirarse.
Y, con esto, levamos anclas y alzamos el vuelo antes de que nos veamos obligados a unirnos al Gremio Vongrim. Cuando los Altos Señores Kharadron lleguen a puerto, seréis los primeros en saberlo.